Cantamos sus éxitos, revivimos su trayectoria y sentimos de cerca la magia de su legado al pisar el restaurante Sabor Zuliano. Allí, un pequeño museo rinde homenaje a Astolfo Romero, "El Parroquiano". Fuimos invitados por su dueño, Roberto Cubillán, quien ha dispuesto este espacio para mantener viva la memoria de un amigo que, desde niño, encarnó la tradición zuliana a través de su música y canto.

Llegar al lugar es inevitable tararear himnos como "En casa se larga el forro", "El Fogón", "El Barbero", "Huellas", "Puro Corazón", "La Tienda de Tobías", "La Comae", "La Florecita", "Lluvias de Plata", "La Taguara de Bartolo" o "La Tienda del Parroquiano". Temas que resonaron y aún retumban en la radio y cada rincón de Maracaibo.
Sentarse a la mesa en este rincón de comida típica marabina, envuelto en el aroma casero, es sumergirse de lleno en nuestra tradición. Una galería de renombrados personajes zulianos da la bienvenida a este espacio que ofrece al visitante el auténtico sabor de lo nuestro. La adición de este museo para Astolfo Romero conmemora los 25 años de su partida física, pero con una vigencia como músico, compositor e interprete.
Un legado vivo gracias al apoyo de todos
Los comensales pueden recorrer el espacio cultural mientras piden su comida, pero no es necesario consumir para recordar al gaitero sembrado en el corazón de los zulianos. Una puerta lateral da acceso directo a sus pertenencias: el cuatro con el que compuso incontables éxitos, la tambora, charrasca, la emblemática chaqueta de Cardenales del Éxito, una libreta con versos escritos a mano, placas, premios, medallas, tarjetas, fotografías y demás detalles que el público ya puede visitar.
Roberto Cubillán, mentor de este espacio dedicado a un baluarte gaitero, agradeció a familiares, amigos y parroquianos que aportaron las pertenencias del artista. Cubillán reveló además su ambicioso proyecto: el Gran Museo de la Gaita, un lugar donde los más destacados intérpretes zulianos también tendrán su merecido espacio.
Astolfo, siempre Astolfo
Astolfo Romero fue un pilar fundamental de la gaita zuliana, reconocido por su incomparable talento como compositor y exponente del género. Su música y letras lo convirtieron en un ícono de la identidad zuliana, dejando una huella cultural y musical invaluable. Después de 25 años de su fallecimiento, Astolfo sigue siendo Astolfo para viejas y nuevas generaciones.
Incursionó en el mundo artístico en 1962, con solo 12 años, al unirse a la agrupación gaitera infantil Los Invasores. Para entonces, ya había compuesto sus dos primeras obras: "Zulia" y "A mi madre". Su nombre comenzó a sonar con fuerza gracias al tema "La otra tamborilera", interpretado junto al conjunto Santanita, que le sirvió de trampolín para llegar a las filas de los icónicos Cardenales del Éxito, donde cosechó innumerables triunfos como cantautor desde 1973 hasta 1979.
Como fundador de La Universidad de la Gaita en 1980, permaneció por un período de dos años y, posteriormente, formó parte de Gaiteros de Pillopo entre 1983 y 1986, para luego regresar a Cardenales del Éxito, convocado por uno de sus líderes, Chichilo Urribarrí.
Astolfo falleció el 20 de mayo del año 2000, dejando un legado imborrable en la música gaitera. Sus canciones se mantienen vivas y son interpretadas por las nuevas generaciones de gaiteros, asegurando que "El Parroquiano" siga resonando en el corazón del Zulia.










Noticia al Día/Fotos: Will Marval