Quien vivió en Maracaibo en los años 60 conocieron el estruendo de los motores retumbando en la recién estrenada Circunvalación N°1. Lo que hoy es una vía clave para el tránsito urbano, en aquel entonces se convirtió en escenario de emoción, velocidad y fiesta popular, con la realización de los grandes premios automovilísticos que marcaron la época dorada en la ciudad.
Nos cuenta Maracaibo Vos, maestro de la memoria, que la Circunvalación N°1, construida para unir el Puente General Rafael Urdaneta con el resto de Maracaibo, fue inaugurada a comienzos de esa década. Y no pasó mucho tiempo antes de que se aprovechara su asfaltado impecable y su diseño moderno para montar allí competencias de alto nivel. Las carreras incluían categorías como la Grand Prix y Novatos, y se hacían con gran convocatoria de público, que se agolpaba a los bordes de la vía para ver pasar, a toda velocidad, a los mejores pilotos del país.
Uno de los momentos cumbre fue el año 1969, cuando Maracaibo celebraba su Cuatricentenario. Las festividades por los 400 años de la fundación de la ciudad incluyeron uno de los grandes premios más recordados, con corredores venidos de todos los rincones de Venezuela. Fue una demostración no solo de destreza al volante, sino también de lo que significaba para los marabinos avanzar y modernizarse como la primera metrópolis de Venezuela.
Una joya gráfica de esa época nos lleva directo a esos días. Se trata de una fotografía capturada en 1968, justo en vísperas del Día de La Chinita, por el reconocido fotógrafo Salvador Fazio. Con su cámara Minolta —que increíblemente aún sigue funcionando— logró congelar en el tiempo la emoción de esos eventos. Más que una imagen, es un pedazo vivo de historia marabina.
Hoy, cuando transitamos por la Circunvalación, pocos imaginan que esa misma vía fue testigo de adrenalina, aplausos y bandera a cuadros. Un capítulo de nuestra historia urbana que vale la pena recordar, porque en esta tierra, incluso el progreso supo correr a toda máquina.
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