Mientras los centros comerciales captan la atención de muchos clientes, un platillo particular no pasa desapercibido en Santander, Colombia. Se trata de la oblea santandereana con hormigas culonas, una innovadora propuesta gastronómica que fusiona la tradición del dulce colombiano con un ingrediente autóctono y exótico.
¿Cómo se prepara la oblea con hormigas culonas?
La preparación de este postre sigue un proceso meticuloso que combina tradición e innovación:
- Selección de las hormigas culonas: Se eligen ejemplares frescos y de calidad.
- Preparación del arequipe: Se elabora un arequipe de café, que aporta un sabor distintivo.
- Montaje de la oblea: Sobre una oblea crujiente, se coloca una capa de arequipe y se distribuyen las hormigas culonas.
- Adición de sal y aceite de oliva: Se añade una pizca de sal y un toque de aceite de oliva para resaltar los sabores.
El reconocido creador de contenido gastronómico Tulio Recomienda degustó este platillo y lo disfrutó, lo que demuestra que, a pesar de su exótica combinación de ingredientes, ha logrado una notable aprobación entre expertos en gastronomía.
Las hormigas culonas, conocidas científicamente como Atta laevigata, tienen un sabor único con notas ahumadas, terrosas y ligeramente saladas, además de una textura crujiente similar a los frutos secos. Su preparación tradicional incluye un proceso de tostado o fritura que intensifica sus características organolépticas.
En la gastronomía colombiana, estas hormigas son consideradas un ingrediente gourmet y se utilizan en diversas preparaciones, como salsas y mezclas con otros ingredientes autóctonos. Su consumo, además de ser una tradición en Santander, ha despertado el interés de quienes buscan experiencias culinarias únicas.
Este postre, que combina lo tradicional con lo innovador, sigue ganando popularidad y posicionándose como una muestra de la riqueza gastronómica de Colombia.
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