Lo que debía ser un vuelo de rutina entre Ahmedabad y Londres terminó convertido en una de las peores tragedias aéreas de la historia reciente de la India. El vuelo AI-171 de Air India se estrelló pocos minutos después del despegue, dejando un saldo de 268 fallecidos entre pasajeros, tripulantes y personas en tierra. Solo una persona sobrevivió: Vishwashkumar Ramesh, ciudadano británico de origen indio, quien ofreció su testimonio desde el Hospital Civil de Ahmedabad.
Sentí que el avión se atascaba durante cinco o diez segundos justo después de despegar. Luego se encendieron unas luces verdes y blancas… y todo cambió, relató Ramesh al canal estatal DD News, aún visiblemente afectado por la tragedia.
Según su relato, el Boeing 787 Dreamliner perdió empuje segundos después del despegue. Aunque por un instante pareció estabilizarse, nunca alcanzó la altura esperada y terminó colisionando contra una residencia universitaria de estudiantes de medicina. El impacto provocó la muerte de los 241 ocupantes del avión y al menos 27 personas que se encontraban en tierra.
Cuando abrí los ojos, me di cuenta de que estaba vivo. Logré quitarme el cinturón de seguridad. A mi alrededor, las azafatas y otros pasajeros estaban muertos, narró desde el hospital.
Ramesh estaba sentado en una fila cercana a una salida de emergencia. Eso, según explicó, fue clave para que pudiera escapar. Aseguró que aterrizó en una planta baja del edificio contra el que impactó la aeronave y que logró salir porque a su lado había un espacio abierto.
Del otro lado estaba la pared del edificio. Por eso creo que los demás no pudieron escapar, explicó.
Durante su huida sufrió quemaduras en la mano izquierda, aunque su estado de salud general es estable. Fue rescatado por los servicios de emergencia y trasladado al hospital. Este viernes fue visitado por el primer ministro Narendra Modi, quien también acudió al lugar del siniestro para supervisar las labores de búsqueda y recuperación de restos.
El gobierno indio abrió una investigación formal para esclarecer las causas del accidente. Una de las cajas negras ya fue recuperada, mientras continúan los trabajos para localizar la segunda. Air India, propiedad del grupo Tata, activó centros de atención a familiares en cuatro aeropuertos y anunció una compensación de 10 millones de rupias, equivalentes a unos 120 mil dólares, por cada víctima mortal.
La tragedia ha generado conmoción nacional e internacional. En Ahmedabad, el hospital central y la morgue trabajan en la identificación de los cuerpos, en muchos casos irreconocibles, lo que ha obligado a recurrir a pruebas de ADN.
Vi la muerte frente a mí. No puedo explicar por qué estoy vivo. Solo sé que lo estoy, concluyó Vishwash Kumar Ramesh, el único que pudo contar lo que ocurrió a bordo del vuelo AI-171.
Fuentes: The Independent, The Guardian, News Central Africa, DD News, People Magazine.