Son las 9 de la mañana de un domingo marabino. El sol ya aprieta, pero Yanier Medina, de tan solo 13 años, ya está listo. Con su bermuda y camisa impecables, zapatillas relucientes y un corte de pelo moderno, sale de casa de su abuela, ubicada al lado de la cañada Lara, en la parroquia Bolívar.

En la cancha del mismo nombre, otros jóvenes disfrutan de un partido de baloncesto y voleibol. Pero Yanier no va a jugar; en su pequeña maleta lleva los enseres de peluquería, un espejo y una mesita. Busca la sombra de un frondoso árbol para "montar" su negocio.
Este adolescente ha transformado un humilde rincón en el sector Veritas, detrás del Hospital de Niños, en su próspera "peluquería" al aire libre. Allí, con la sombra como techo, atiende a niños, adolescentes y adultos que buscan su destreza. "¿Cómo aprendí?", nos cuenta con una sonrisa, "por mi cuenta, con una maquinita que me prestaron y comencé a pelar amigos del sector y familiares". Así, Yanier se ha convertido en el barbero más joven de Maracaibo.

De la necesidad a la clientela fiel
Su iniciativa no nace de la abundancia sino de la necesidad. Desde temprana edad, este joven marabino se dedicó a cortar el cabello de caballeros, improvisando su propio lugar de trabajo. Sus inicios fueron modestos, como él mismo relata: "Comencé con una ‘maquinita’ de afeitar que me prestaron". Esa herramienta prestada fue la chispa que encendió su camino como emprendedor. Me era necesario ayudar a mis padres que tienen problemas que no han podido resolver y somos cuatro hermanos, contó.
Actualmente cuenta con una clientela fiel que acude a su improvisado pero efectivo local. Con cada corte no solo mejora sus habilidades sino que también contribuye significativamente al sustento de su hogar. Sus tarifas oscilan entre los 2, 3 o 4 dólares, dependiendo de la complejidad del corte, un rango accesible que ha sabido establecer en su comunidad.

Estudia en el colegio Joaquín Piña de la barriada y anhela ingresar al INCE para profesionalizarse, pero su edad aún no se lo permite. Esto no lo detiene: ha establecido su propio horario de trabajo, de 9 de la mañana a 12 del mediodía y hasta las 5 de la tarde, de lunes a sábado. Los domingos "abre" hasta el mediodía.
Un modelo a seguir y un llamado a la solidaridad
Su historia es un vivo ejemplo de cómo la adversidad puede ser un catalizador para la creatividad y el desarrollo personal. En un país donde la resiliencia es una constante, este joven barbero se erige como un modelo a seguir, demostrando que la edad no es impedimento para generar un impacto positivo en la vida propia y la de los seres queridos. Su esfuerzo y dedicación son un reflejo de la pujanza de la juventud marabina que día a día busca soluciones y construye oportunidades.
Conversando con el joven peluquero supimos que algunas personas se han interesado en ayudarlo, reflejándolo a través de las redes sociales. Esto se lo han comentado sus compañeros de estudio y algunos de sus cuatro hermanos, pues no tiene teléfono celular ni computadora, herramientas que le hacen falta para su estudio y trabajo.
"Se me han acercado personas y una ‘ayudaita’ no está de más", dijo a los reporteros. Para quienes deseen contactarlo, ofreció el número de teléfono de su hermano, Yonier Medina: 0412-6368817. Hace un llamado a todo aquel que pueda extenderle la mano para adquirir implementos para su barbería y ayudar en el mantenimiento de la casa de su abuela, Elsa Farías, donde reside.
El barbero emprendedor más pequeño de Maracaibo te espera en la calle 90, entre las avenidas 6 y 7 de Veritas.








Fotos: Will Marval
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