El exsenador demócrata Bob Menéndez de Nueva Jersey se prepara para ingresar este martes a una prisión federal, donde cumplirá una sentencia de 11 años por aceptar sobornos en oro y efectivo, además de actuar como agente de Egipto.
El apodo de “Gold Bar Bob” ha perseguido a al político incluso en los tribunales, donde su propio abogado reconoció que la condena lo ha convertido en “el blanco de las burlas nacionales”, según informó la Associated Press.
La Institución Correccional Federal Schuylkill, ubicada a unos 190 kilómetros (118 millas) al oeste de la ciudad de Nueva York, será el destino de Menéndez, de acuerdo con documentos judiciales. Este centro penitenciario alberga a aproximadamente 1.200 reclusos y cuenta tanto con una prisión de mediana seguridad como con un campamento de mínima seguridad.
Los abogados del exsenador señalaron que, debido al carácter de cuello blanco de los delitos, es probable que Menéndez permanezca en el campamento de mínima seguridad.
Entre los internos de Schuylkill figuran figuras como el exjefe del crimen organizado neoyorquino James Coonan y el expropietario de una gasolinera, Gurmeet Singh Dhinsa, apodado por el New York Post como “Gasolinera Gotti” por su historial violento. A pesar de la condena, Menéndez, de 71 años, insiste en su inocencia.
La semana pasada, un tribunal federal de apelaciones rechazó su último intento de permanecer en libertad bajo fianza mientras busca la anulación de su condena, “un panel de tres jueces del Segundo Circuito de Apelaciones de EE. UU. denegó su solicitud de libertad bajo fianza”. Esta decisión obliga al exsenador a ingresar a prisión mientras continúa su batalla legal.
Durante la audiencia de sentencia en enero, Menéndez se dirigió al juez con palabras que reflejaron tanto autocrítica como un intento de resaltar su trayectoria pública: “Estoy lejos de ser un hombre perfecto. He cometido muchos errores y he tomado malas decisiones. He hecho mucho más bien que mal”. En ese momento, el político también solicitó clemencia, aunque el tribunal no accedió a su petición.
En el plano político, Menéndez ha buscado acercarse al expresidente Donald Trump, alineándose con las críticas del republicano hacia el sistema judicial, especialmente en la ciudad de Nueva York.
Tras su sentencia, declaró a la prensa: “Este proceso es político y está corrompido hasta la médula. Espero que el presidente Trump sanee este pozo negro y restaure la integridad del sistema”. El exsenador ha manifestado su esperanza de obtener un indulto presidencial, en sintonía con la retórica de Trump sobre la supuesta politización de la justicia.
El martes, Menéndez publicó mensajes en la red social X, que posteriormente eliminó, en los que criticó a los fiscales por actuar con motivaciones políticas y oponerse a sus posturas en política exterior. Además, elogió a Trump por “estar por encima de la ley”. Estas declaraciones reflejan la estrategia del exsenador de presentarse como víctima de una persecución política, en un contexto de polarización creciente en el país.
Lee también: Capturaron a sospechosa por caso de Miguel Uribe en Colombia
Noticia al Día/Con información de Infobae