Martes 17 de junio de 2025
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En un mundo de vencedores: El estigma del derrotado

John Carlos Moreno no pudo

En un mundo de vencedores: El estigma del derrotado
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San Carlos, 26 de mayo de 2025 – En una jornada electoral donde el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) barrió con 23 de las 24 gobernaciones del país, Cojedes se convirtió en la única espina clavada para el chavismo, al caer derrotado su candidato, John Carlos Moreno Salcedo, frente al actual gobernador opositor José Alberto Galíndez.

Moreno, joven diputado nacional, dirigente de la Juventud del PSUV y una de las promesas del oficialismo, fue designado por la alta cúpula roja como el candidato ideal para reconquistar este estratégico estado llanero. Su perfil técnico y disciplinado lo proyectaba como una figura en ascenso dentro del aparato chavista. Sin embargo, el electorado cojedeño optó por la continuidad del liderazgo regional, dando la espalda a la maquinaria oficial.

La derrota de Moreno no fue solo un resultado electoral, sino un revés político de alto simbolismo para el chavismo, que apostaba a una victoria total en el mapa nacional. Galíndez, que logró reelegirse pese a haber sido expulsado de su propio partido (Primero Justicia) por no alinearse con las decisiones nacionales, capitalizó su arraigo popular y su narrativa de autonomía regional.

Un fallo estratégico
Fuentes cercanas a la estructura del PSUV señalan que la designación de John Carlos Moreno fue más una decisión vertical que una candidatura construida desde las bases regionales. A pesar de una campaña disciplinada y el respaldo de figuras nacionales, Moreno no logró conectar con los sectores populares, ni superar la percepción de imposición desde Caracas.

Este resultado no solo detiene la expansión total del chavismo, sino que pone en entredicho su capacidad para generar liderazgos genuinamente aceptados por las comunidades, más allá del aparato partidista.

Repercusiones
Mientras el chavismo celebra su control casi absoluto del país, la derrota en Cojedes golpea directamente la narrativa de invulnerabilidad que el oficialismo buscaba consolidar. En contraste, sectores opositores han resaltado el caso como prueba de que aún es posible ganar en condiciones adversas, cuando el liderazgo local tiene conexión real con la población.

John Carlos Moreno, por su parte, ha mantenido silencio público tras los resultados. No se descarta que el PSUV le reserve nuevas responsabilidades, pero su revés en estas elecciones marca un duro golpe en su ascendente carrera política.

Una mancha en el mapa rojo del país. Un mensaje del llano profundo. Cojedes habló, y el chavismo escuchó un "no".

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